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| Publicada en 1867 |
La
obra mayor del romanticismo americano, “MARÍA”, fue escrita por el poeta y
escritor Colombiano Jorge Isaacs, cuenta la historia que esta conmovedora obra
fue concebida en el corazón de la selva colombiana, mientras su autor ejercía
como subinspector de caminos en la ciudad de Buenaventura.
Una
tierna y desgarradora historia de amor, tiene como protagonista a un apuesto y
apasionado joven llamado Efraín, quien a temprana edad deja la casa paterna y
viaja a la capital para estudiar. La tristeza aflige grandemente a los suyos al
verlo partir, entre estos familiares se encuentra una delicada niña, María,
adorable huerfanita que es hija de Salomón, un amigo entrañable del padre de
Efraín, judío como él y de una dama española que muere muy joven de una extraña
enfermedad, heredada por María. Su padre, luego de la muerte de Sara, su
esposa, deja a María a cargo de la familia de Efraín y parte también de viaje,
pero muere muy lejos.
Efraín,
al regresar a la casa paterna, encuentra a su padre muy envejecido, sus
hermanas ya son adolescentes y sus ojos se deslumbran por el prodigio de la
belleza de María. En este paisaje el amor de María y Efraín crece como una
hoguera incontenible, pero, está presente la amenaza de la enfermedad heredada
por María y la proximidad de un viaje a Inglaterra de Efraín para estudiar
medicina.
Su
padre ha decidido que ese viaje se realice inmediatamente para que la vuelta
sea más pronta y poder así morir en paz y también para controlar la desbocada
pasión de los adolescentes. En estos pocos meses que les quedan se producen
algunos sucesos premonitorios: un acceso de epilepsia de María que pone a todos
en zozobra; además un grave problema económico que amenaza la estabilidad de la
familia y la enfermedad del padre viene a complicar y echar sombras al tierno
romance de los protagonistas.
Golpeado
por esta vorágine, parte Efraín a Londres quedando María en una profunda
aflicción, en medio de la cual arde creciente la llama de un amor
incontrolable. La inflamada correspondencia al principio con mucha frecuencia,
va decayendo con el paso del tiempo. Cada vez son menos las cartas de María a
Efraín, causándole honda preocupación y angustia al enamorado, hasta un día un
mensajero llegado de Colombia, enviado por el padre de Efraín, trae una nota
escueta de éste, algo de dinero y los pasajes comprados para que viaje
inmediatamente al Cauca porque María agonizaba, devastada por la cruel
enfermedad que llevó a la tumba a su madre.
El
desesperado joven no se detiene un segundo y emprende un largo y difícil viaje
a fin de reencontrarse con María, pero el destino se lo impide; un día antes de
su arribo María muere mirando el camino por donde debía aparecer su amado.
Devastado
por el dolor Efraín deambula extraviado por la hacienda y llora enloquecido
ante la tumba de su amada; roído por su lejana felicidad, parte deshecho de
angustia y se pierde como una sombra en los umbríos parajes de la incierta
vida.
Fuente: Ediciones Cultura Peruana
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