"Los Cuentos Andinos" - Enrique Lopez Albujar

Fotografía de Smith Benites
Se considera que esta obra publicada en 1920, contiene lo mejor de la obra del peruano; no existe prácticamente ningún aspecto relacionado con los aspectos de justicia, venganza, crimen y costumbre del indígena, que no hayan servido como tema generador de un relato; lo vemos en su cuento “El Campeón de la muerte”.

Sin lugar a dudas el relato que más vale destacar, no solo por su temática y recursos expresivos, sino también por los electos de ficción que presenta no es otro que los tres jircas. Narra la historia de cómo Maramba, Rondos y Paucarbamba llegaron a convertirse en los tres inmensos cerros que dominan la región de Huánuco en la actualidad. Con gran maestría en el manejo de los planos descriptivos se inicia el relato caracterizado por separado a cada cerro:
Marabamba es a la vez triste y bello, con la belleza de los gigantes y la tristeza de las almas solitarias…Durante el día, en las horas de sol, desata todo el orgullo de su fiereza, vibra, reverbera, abrasa, crepita.
“Rondos es el desorden, la confusión, el tumulto, el atropellamiento de una fuerza brutal que odia la forma, la rectitud, la simetría…”
“Paucarbamba no es como Maramba, ni como Rondos, tal vez porque no pudo ser como este o porque no quiso ser como aquel. Paucarbamba es un cerro áspero, agresivo, turbulento, como forjado en una hora de soberbia.
Pillco refiere el autor como los tres cerros que fueron en un comienzo tres guerreros que pretendían el amor de Cory Huayta, hija de Pillco-Rumi. Cacique de los Pillcos.
Era tan hermosa que despertaba la admiración de los guerreros y los deseos del sacerdote Racucunca. Según la ley, la hija de Pillco-Rumi debía desposarse al cumplir los dieciocho años, pero su padre, que la amaba tanto, consideraba que ningún mortal merecía tal joya; pensaba que bien podía desposare con el dios Pachacamac; así que trato de burlar la ley, para lo cual se reunió con el amauta, Rucucunca( el sacerdote) y quien manifestó que solo existían dos posibilidades: sacrificar a Cory Huayta o dedicarla al culto del padre sol;
Runtus era la vejes y la sabiduría, Maray era la fuerza y Páucar la juventud; todos ellos se creían merecedores de la más bella de las doncellas quechuas. Sin embargo Pachacámac el dios del sol acudió a la invocación que le hiciera Pillco-Rumi y queriendo evitar una guerra que convenía más a supray, el espíritu del mal, lanzo una montaña de nieve a Páucar y otra contra Maray y ambos se detuvieron. A continuación y con un soplo lanzo de espaladas al tercero de los guerreros, para luego clavar en uno de ellos una mirada que los convirtió junto a su ejército en tres montañas gigantescas; finalmente, volvió sus ojos a Cory Huyta y pronuncio la palabra “Huañucuy”.
Cory Huayta cayó como fulmida por un rayo en brazos de su padre. La tribu horrorizada corrió a refugiarse a otra región; allí se fundó una ciudad con el nombre de Huáñucuy o Huánuco, en honor a la voz misteriosa que el dios del sol pronuncia.
Fuente: http://medimundoedu.blogspot.pe/2012/12/los-cuentos-andinos.html
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